martes, 5 de febrero de 2008

Pintado de la carrocería

Para el correcto pintado de la carrocería, los buenos pintores aconsejan retirar la pintura existente. En mi caso, depende del humor y las ganas que uno tenga.

En cualquier caso, lo primero es aprovechar para identificar correctamente los colores originales. Vale la pena buscar rincones escondidos de la moto (inferior del depósito, partes encintadas, partes protegidas bajo el asiento), lijar un poco la pintura existente, pasarle pulimento y comparar tonos.

En mi caso, la moto estaba repintada sobre la original, de forma que al empezar a lijar me iban saliendo las sucesivas capas. De esta forma, en el depósito, bajo el granate/fucsia/peligroso apareció primero el negro mate, y debajo de él el ansiado “Rosso Benelli”




En il cupolino apareció también el “arancio” reflectante.




El caso es ir comparando los colores que nos aparecen con una carta, o llevarlo a la tienda a que nos lo identifiquen con métodos más profesionales.

En la siguiente foto vemos el guardabarros trasero, justo bajo el asiento, y que el color original podemos decir que es un clavadito RAL 3020 “Rojo Tráfico”




Una vez decididos los tonos, tenemos que pensar cómo vamos a pintar la moto. Es decir, pinturas monocapa, bicapa…

Para la carrocería de la LeMans he optado por una bicapa (esmalte acrílico + laca transparente) porque personalmente se me da mejor, y además el experto que consulté me dijo que queda la pintura más dura que si usamos una monocapa (esmalte con catalizador sin laca posterior).

El tema complicado reside en el hecho de que por encima del rosso, esta moto lleva un negro mate (el mismo del chasis), que no admite laca (ya no quedaría mate). Se verá.


Despintado de las piezas.

Quedamos en que quitar la pintura antigua siempre es bueno. Así pues, empezamos con un decapante, que es tóxico de la muerte…




… y rasqueta al uso (detalle del globito para que no nos entren guarreridas en el depósito).




Poco a poco vamos descubriendo las capas de pintura que hay debajo, y en mi caso, pude identificar las líneas del fileteado negro del depósito.




No sé yo lo que pasa con las pinturas antiguas, pero no hay decapante que las arranque. Alguien me comentó alguna vez que es porque antes llevaban base a la cera o algo así, pero ni idea. Total, que cuando nos hartamos de rascar y de intoxicarnos con el decapante, salimos al patio y le damos con el taladro y un cepillo de púas de nylon. Mucho polvo, pero definitivo.




Estos cepillos arrancan la pintura sin esfuerzo sin dañar la chapa. Los hay rojos y azules. De momento sólo he probado el rojo, y desconozco la diferencia entre ambos.

Para evitar tentaciones, os diré que los cepillos de púas de latón no valen para nada, y los de púas de acero queman la pintura sin llegar a arrancarla. Lo que sí hacen estos últimos es arrancar el óxido igual que hacen los de nylon con la pintura. A cada herramienta su uso.




Sobre piezas de fibra no me atrevo con los cepillos. Quizá lijas rotativas irían bien. Es cuestión de probar. Ojo con decapantes en fibra o plásticos, que los pueden quemar.

En la LeMans me he decantado por la lija a mano para las fibras. Con lija gruesa al agua se aprovecha muy bien el material y se saca rápido. Eso sí, hasta donde nos dé el aburrimiento.




Preparación de las piezas


En las piezas de fibra es el momento de enmasillar y tapar agujeros.




Yo suelo utilizar el aparejo de la marca Titan, pues es denso y se puede utilizar como masilla y si se diluye con disolvente se puede dar como capa fina de aparejo, de forma que sólo uso un producto y no mezclo cosas.

En cuanto a las piezas de chapa, una vez bien limpias de pintura y óxido, y limpias de disolvente, yo le doy directamente la imprimación, fosfatante de secado rápido en este caso, aunque a veces he usado imprimación bicomponente de poliuretano (Titan Yate).




Así me aseguro que no se oxida.

Aún viendo el espectacular bollo que se nos presenta…



… resistiremos la tentación de liarnos con la masilla todavía.

Prefiero darle primero una buena capa de aparejo (en este caso en spray) sobre la imprimación sin lijar.




Esto es porque luego puedo enmasillar perfectamente los bollos y lijarlos, sin miedo de llevarme la capa de imprimación y dejar el metal desnudo al aire.




Así, vamos lijando el aparejo, y cuando nos aparece el rojo de la imprimación, paramos.

Lo mismo para las piezas de fibra. Aparejo y lija.




Esto nos proporcionará una superficie perfecta para pintar encima.


Pintado

Con las piezas listas, podremos dedicarnos a pintar las, primero con la capa de esmalte de color, y luego la laca.

Unas piezas nos quedarán aceptables…




… y otras que dimos por buenas, nos daremos cuenta al darles color (antes de lacar) que nos quedaron imperfecciones en los bollos que enmasillamos.

No nos queda otra que enmasillar de nuevo y lijar superficialmente el color que hemos dado para darle otra mano.




Señores, no somos profesionales, de eso se trata.


Fileteados y acabados

Ya he comentado que el tema peliagudo estaba en las diferentes pinturas superpuestas de la carrocería, ya que tanto el negro mate del depósito y tapas laterales, así como el naranja fluorescente del cupolino no admiten un lacado posterior.

Lo primero será delimitar perfectamente la línea curva del reflectante en el cupolino. Uso una cinta de 3M que tiene una cierta elasticidad y es estable frente a los disolventes (cosa que no ocurre con la cinta aislante vulgaris), de forma que no quedan arrugas.




Esta cinta es la guía perfecta para colocarle sobre ella la cinta de carrocero normal para enmascarar las partes que no deben ser pintadas.




Y he aquí el método que proponen los expertos. Lijar el borde con la cinta de enmascarar para deprimir un escalón, y así al pintar encima se iguala la pintura que ponemos con el rojo (técnicamente, la laca sobre el rojo) que tenemos enmascarado.




El tema está en que debemos lijar tanto como grueso de pintura le demos después.
En teoría, imposible.
En la práctica, también.
Algo de escalón nos queda, pero por intentarlo que no quede.

Le damos primero el blanco reflectante…




… y después el naranja transparente.




La misma idea sirve para el filete negro de las tapas laterales.




En cuanto al depósito, aprovechamos que la cinta tiene un ancho de 3 mm (lo que debe tener el fileteado) para poner tres tiras una al lado de la otra y retirar la de en medio (así nos quedan bien paralelas).




Enmascaramos y matizamos bien la laca del depósito...




… para pintar con el negro mate.

Retiramos la máscara…




… et voilà!!!




Más que digno resultado final, mal me esté decirlo.



6 comentarios:

Solo C que no C nada dijo...

Conchale Agustín, menos mal que dices que ese trabajo de pintura no es hecho por un profesional del ramo, a mi parecer si que lo es, te has lucido de nuevo, ha quedado muy prolijo, toda una bella ragazza rossa tu Guzzi.

Agustín dijo...

Gracias de nuevo José.
Me harás salir los colores....

Anónimo dijo...

Espectacular Agustí,
Tenía entendido que a la laca (al menos glasurit) se le puede añadir un matizador para lograr la ausencia de brillo deseada.
¿La imprimación roja es fosfatante?, me parece más bien epoxi.
La pistola como la mia, de kit de 30 leuros con inchador, petroleadora y pistola de aire, doble merito.

TE HA QUEDADO DE EXPOSICIÓN EN EL MUSEO DE MANDELO.

Agustín dijo...

Vaya idea me has dado Calimero... me suena eso del aditivo que deja la laca mate. Habrá que probarlo algún dia.


La imprimación es de marca "nilamires" y de uso directo, nada de activador.

Y en eso reside la gracia, en usar elementos baratos y al alcance de todos. Pistola cutre, pero que pinta. Ya lo creo que pinta...

Eso sí, como te mires la moto de cerca, ya verás que no está para el museo del lago Como... ;-)

Un saludo, y gracias por tu comentario.

Anónimo dijo...

¡Que satisfacción da ver tu trabajo Agustín!

Buen método y estupendo planteamiento el de hacerlo con útiles asequibles. ¡Uno ya esta harto de presupuestos de locura!

Estaría bien que detalleses la marca de los materiales utilizados, que comentases donde has comprado esa misteriosa pistola, el compresor utilizado y demás.

Ya sabes que en los museos la cinta impide aproximarte más de un par de metros a lo expuesto, por lo que 100% tu moto vale para exhibirla.

¡Enhorabuena!

Además, seguro que esos posibles fallos sólo los ves tú.

Agustín dijo...

Gracias compañero.
Desde luego, seguramente tienes razón en que sólo yo le encuentro esos defectos de detalle... ;-)

Las pinturas las compro normalmente en Terrassa o Sabadell, pinturas La Moderna. Valdrá cualquier tienda donde tengan pinturas de automoción.

El compresor y otros paratos, son de gran superficie de bricolage, AKI, L&M, MAKRO o similar. Mientras te dé 2 bar en contínuo, no hay problema.

Gracias por tu comentario.